El tango y sus poetas - Héctor P. Blomberg - 1889-1955
Pensamos que una manera de desarrollar esta esquemática reseña de los poetas del tango, podría ser tomarlos cronológicamente. Sería también una manera de ir viendo cómo evoluciona la temática y la preocupación de los letristas a través de los años.
Comenzaremos con un compositor menos conocido en la actualidad, pero que tuvo su buena fama en su tiempo: Héctor Pedro Blomberg.
Era hijo de una escritora paraguaya, sobrina del mariscal Francisco Solano López En 1912 publicó su primer libro de poemas, La canción lejana. A fines de la década del '20 comienza a desarrollar una poesía y narrativa popular, vinculada con el radioteatro, el sainete y el tango. Escribió obras en las que mezclaban realidad y ficción, ambientadas en las luchas políticas del siglo XIX entre unitarios y federales.
Entre sus obras teatrales exitosas pueden mencionarse Barcos amarrados,
La amistad con el destacado cantor de tangos Ignacio Corsini lo vinculó al guitarrista Enrique Maciel, con quien escribió gran cantidad de canciones, entre las que se destacan: El adiós de Gabino Ezeiza (milonga), La pulpera de Santa Lucía (vals), La mazorquera de Monserrat(vals), Violines gitanos (tango), Tirana unitaria (tango), La viajera perdida (tango), La que murió en París (tango), Siete lágrimas (canción), La guitarrera de San Nicolás (vals), No quiero ni verte (vals), Los jazmines de San Ignacio (canción), La canción de Amalia (vals), La china de
Presentamos la famosa Pulpera de Santa Lucía, cantada, naturalmente, por Ignacio Corsini, acompañado por guitarras, como Gardel en sus comienzos, de quien fue sin duda un antecedor.
Ahí vemos que el tango (el vals, en este caso), no ha entrado todavía en el suburbio, y permanece en una pulpería, entre gauchos y mazorqueros.
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